Un proyector en el cielo
Me imagino que en lugares donde no llega la cultura a la que tengo acceso vía mi teléfono se pudieran usar proyectores que desde el cielo enviarán imágenes, vídeos y textos con ideas de diferentes científicos, escritores, historiadores y pensadores del mundo. No estoy hablando de la televisión. Estoy hablando de proyectar en las montañas, en los valles, en las paredes, techos de las casas, calles … el conocimiento de la humanidad. Para qué cualquier persona pudiera construir en su mente mejores formas de pensar. Se trataría de hacer un esfuerzo masivo para difundir el porque las matemáticas son más que números, sumas, quebrados y ecuaciones. Que la poesía es más que un grupo de palabras aburridas que riman diferente a las canciones de la radio. Que la ciencia no sólo pertenece a los laboratorios de investigación de las universidades si no que cualquier persona puede ser curiosa y cuestionar a la naturaleza. Que los libros son el mejor vehículo para conocer lo que piensan otras personas de manera más profunda que una conversación de café.
El recurso más importante de la humanidad son los cerebros de las personas y en particular de los jóvenes y niños. Al menos potencialmente. Pero no se trata de educar masivamente si no de presentar opciones para que cada persona tome lo que más le llama la atención. Se trata de entregarle materia prima a la creatividad. Se trata de motivar la innovación creando un mundo interactivo encima del mundo al que la gente ya está acostumbrada. Se trata de crear un tablero de un juego cuyo objetivo es construir cerebros que piensan por sí mismos. Que buscan satisfacer curiosidades constructivas.
Imagina por ejemplo una proyección de textos sobre un árbol que explica como es que ese árbol llego a ser lo que es. Como es que ese árbol se ubica en el bosque, cual es su importancia para las aves que construyen sobre sus ramas sus nidos.
Códice Moncam