Supongamos que para el año 2050 el número de seres humanos en el planeta tierra llega a 10,000 millones y que a partir de entonces esa cantidad ya no se incrementa o disminuye significativamente.
Supongamos también que los astrónomos más respetados del planeta, utilizando técnicas muy avanzadas de detección de vida inteligente, han determinado con alto grado de probabilidad que no existe en el Universo ningún ser que se acerque siquiera a la capacidad intelectual de los seres humanos. Quizá han encontrado vida pero no organizada ni creativa.
¿Qué cambiaría en la forma en que vivimos los únicos seres con alta inteligencia del Universo?
¿Cómo empezaríamos a entender que es nuestro papel en el gran esquema de las cosas?
¿Seguiríamos estando tan desunidos?
¿Seguiríamos fortaleciendo fronteras, marcando las pequeñas diferencias entre nosotros como sí fueran profundas y nunca reconciliables?
¿Seguiríamos matándonos entre nosotros ya sea directamente con guerras y violencia o indirectamente con acciones en contra del planeta que nos sostiene?
Creo que la responsabilidad de la humanidad es seguir aumentando sus inteligencias, así en plural, para descubrir la forma de mejorar la naturaleza humana. Tenemos que disminuir nuestra capacidad destructiva y aumentar nuestra capacidad creativa. Podemos tener diferencias de opinión, podemos apreciar distintas cosas, creer en filosofías diferentes, podemos cada quien intentar vivir la mejor de las vidas. Todos tenemos derecho a la felicidad, la clave está en lograrlo cada uno de nosotros colaborando al mismo tiempo en mejorar el mundo en el que vivimos.
Existen millones de galaxias esperando a que salgamos a explorarlas y no podemos llevar desde aquí nada de lo que pudiera destruir la belleza que existe muy bien sin el ser humano. Quizá por ello todavía no somos capaces de viajar con libertad por el espacio pues aún no sabemos encontrar en el planeta donde vivimos la libertad real de ser y dejar ser.
Hemos avanzado. Tecnológicamente y humanamente. Sin embargo en ambos campos nos faltan realizar descubrimientos que nos lleven a convertirnos en seres que nos pudiéramos llamar ciudadanos del Universo. Ni siquiera hoy nos llamamos ciudadanos del planeta tierra, pues las fronteras del país donde nacimos determinan nuestra ciudadanía y con ello se limita nuestra capacidad de pensar más allá de un planeta dividido.
Códice Moncam