No tengas nada en tu casa que no sepas que es útil o que creas que es bello.
- William Morris

El objetivo es mejorar, simplificar, reducir el caos, usar mejor el tiempo, enfocar mejor los esfuerzos. Todo esto para avanzar con seguridad hacia lo que considero mi cima personal, el objetivo de mi vida.

Lograr algo en la vida, algo útil para los demás, algo que pueda ser usado como una herramienta para construir cosas interesantes o importantes, es parte de lo que me motiva todos los días.

Estas palabras son parte del diseño de esa herramienta que aún no sé que forma va a tomar pero mis manos están metidas en el barro de la imaginación configurando diversas ideas.

Cuando se quiere llegar a una cima alta, de esas que cuentan en el fondo de uno mismo, hay que crear un estado mental muy especial, al menos por momentos en el día.

La mente tiende a divagar, a viajar por cada pensamiento, cada idea, cada emoción incompleta o no, que aparece a cada segundo. Ese es el estado normal de la mente pero esa forma de operar la lleva a reducir su eficacia. Por eso cuando decimos que necesitamos pensar y queremos hacerlo bien, en realidad lo que queremos hacer es reducir la velocidad de la mente para minimizar el número de pensamientos, para dejar pasar aquellos que presenten de forma clara las alternativas a seguir.

Minimizar el número de ideas, pensamientos, distracciones, cosas, tareas, actividades, fuentes de información y todo aquello que contribuya a aumentar el caos es una actividad que hoy comienzo con una lista, que en un principio será larga pero si hago bien la tarea poco a poco se irá reduciendo hasta solo contener la utilidad y la belleza.

Voy a empezar clasificando objetos, luego ideas, modelos mentales, proyectos, actividades, formas de usar el tiempo ... en fin todo el material con lo que se construye el contexto de mi vida externa e interna.