Existe una gran red formada por miles de millones de pequeñas redes que están buscando atrapar mi mente. Esta gran red es lo que llamamos publicidad.

La publicidad busca insertar ideas en mis rutinas cerebrales que provoquen acciones convenientes a los anunciantes. Muchas de estas rutinas cada vez son más inteligentes, son diseñadas basadas en mi comportamiento, en la historia de lo que he comprado, los artículos que leo, los libros que agrego a mi lista de favoritos, los restaurantes que visito. Cada acción de lo que realizo en internet tiene el potencial de ser utilizada para luego intentar venderme algo.

Cada persona es, para los anunciantes un cliente en potencia o incluso el producto que se puede vender a quienes compran bases de datos con nombres de quienes cubren un cierto perfil.

Canales de televisión, periódicos, revistas, redes sociales, buscadores en internet, blogs y miles de otros tipos de negocios dependen de la publicidad. Ofrecen información, entretenimiento o un servicio sin cobrar pero a cambio nos tienden una serie de ofertas que muchos de nosotros alguna vez aceptaremos. Parece un arreglo conveniente para todos y ha sido el motor que ha llevado a muchos negocios a llegar muy alto. Muestras recientes de este modelo son Google, Facebook y Yahoo.

Hay que considerar que en Internet cuando no pagamos a las empresas que nos están ofreciendo información o un servicio, éstas nos pueden estar usando como parte de lo que les venden a sus clientes. Como un elemento más de su valor comercial.

El valor cotizado en la bolsa de valores de Nueva York de Facebook depende del número de personas dadas de alta en su plataforma, de que tanto comparten información y que tanto están aceptando las ofertas que les ofrecen en ese servicio. Cada persona es como si fuera una pequeña máquina productora de información personal que es alimentada a la máquina de publicidad de miles de empresas. Hay que estar conscientes de esto cuando proporcionamos nuestra información personal en cualquier servicio en línea o de la realidad física.