Fluir
Sintonizando nuestra frecuencia interna con la del universo.
Fluir mentalmente con lo que uno está haciendo no es nada fácil porque la mayor parte del tiempo nuestra mente está en todos lados menos en la tarea que tenemos enfrente.
Fluir con la actividad del momento es integrarnos, es hacernos uno con el material que estamos manipulando sin considerar ninguna otra cosa.
En los casos que logramos fluir es porque nos hemos concentrado a un nivel que pocas veces se puede lograr sin practicar diariamente el arte de enfocar la mente en un sólo punto y durante varios minutos.
En mi caso es muy difícil concentrarme en una sola cosa y fluir con ella. Pocas veces lo he logrado pero es un objetivo presente en mi vida porque cuando he podido perderme en la actividad que estoy haciendo, el tiempo vuela pero también mi mente y esa es una sensación increíble. En esos momentos sabes que lo que haces es útil, que tiene un significado profundo, que aunque sólo es un grano de arena en la construcción de un mundo mejor, es valioso pues para que una roca llegue a ser grande requiere muchos granos de arena como ese. Uno más siempre es importante.
Buscar y sobre todo crear más momentos en los que uno fluye con la actividad es un arte que vale la pena cultivar porque la mayoría de las veces el resultado es más que satisfactorio. Mientras más momentos como esos se tengan en la vida más calidad de vida se obtiene, es como si se encontrará la llave que abre la cerradura de la felicidad, cada vez que se le da vuelta se abre la vida a nuevas experiencias, a nuevas formas de disfrutar lo que uno hace, a nuevas ideas para aplicar lo que uno es, a nuevas preguntas que nos impulsan a salir a buscar las respuestas.
Fluir con la vida es sintonizar nuestra frecuencia interna con la del universo.
Códice Moncam