No puedo saber como será el futuro sólo puedo imaginar algunos posibles escenarios que en su mayoría son positivos. Intentó ser optimista pues la forma de pensar constructiva me lleva más fácilmente a ser feliz.
Un escenario que me gusta imaginar es en el que los seres humanos por fin hemos escogido como única opción dialogar para resolver conflictos. La opción de la violencia nunca se pone en el tablero de juego. Esto no significa que no existan diferencias y desacuerdos profundos pero si existen principios que conducen a la mesa de diálogo en lugar de al campo de batalla.
Un futuro sin guerras eliminaría la migración forzada de los lugares de conflicto y también eliminaría la necesidad de tener soldados entrenados para matar.
¿Cómo sería un mundo sin violencia?
¿Es necesaria la violencia del estado como método de control de una ciudad, por ejemplo?
¿Podrían existir un mundo sin cárceles?
¿Qué tipo de negociaciones resultarían si se sabe de antemano que ninguna acción bélica sería posible bajo ninguna circunstancia?
Son preguntas interesantes que requieren investigación para poder empezar a plantear una repuesta más o menos inteligente.
Pensar en escenarios futuros nos ayuda a ejercitar nuestra imaginación y a darle rienda suelta a nuestra curiosidad.
Lo más probable será que mucho de lo imaginemos sólo se quede en fantasías pero alguna idea valiosa podría resultar de nuestro ejercicio de invención de escenarios futuros. Por ello es bueno meditar, al menos unos minutos al día, para reconocer los diversos recorridos por donde nos va llevando la imaginación que como herramienta creativa tiene muchísimas ventajas. Así encontraremos ideas que hoy son imposibles de llevar a la realidad por que están muy adelantas. Pero en el futuro todo es posible y de cada uno de nosotros depende que vayamos convirtiendo en realidad lo que puede crear mejores posibilidades de vida para nosotros, los seres humanos del planeta tierra.
Códice Moncam