Crea algo interesante con esto
Me hubiera gustado que cuando fui a la escuela, cultivar mi creatividad hubiera sido la prioridad número uno.
Mucho de lo que aprendemos en la escuela no sirve para nada y menos si no lo usamos una vez que hemos pasado el examen respectivo. Cada estudiante que se gradúa debería de recibir de la escuela no solo un diploma sino una gran disculpa: “perdón por haber ocupado tanto de tu tiempo en todas esas materias que ahora ya no necesitas y por dejarte ir con mucha información que se ha vuelto obsoleta. Perdón por no haberte enseñado a ser más creativo, a pensar y por no haberte ayudado a cultivar tu curiosidad.”
Me hubiera gustado que la escuela se hubiera compuesto de una serie de exploraciones y retos, que me hubieran dejado ir hacia donde mi curiosidad me llamaba, y que con la guía de maestros descubridores de talentos hubiera podido darle rienda suelta a mi creatividad.
Me hubiera gustado que cuando estaba estudiando electrónica me hubieran puesto el reto de construir algo, una computadora por ejemplo, y que ese reto durara toda mi carrera. Que me hubieran dado algunas ideas iniciales, referencias de libros y acceso al laboratorio, no para hacer unas prácticas pre-diseñadas y enlatadas sino que me hubieran dicho, tienes cinco años para crear algo con esto.
No entiendo porqué me tuve que soplar tantas horas escuchando a muchos maestros mediocres cuando había unos cuantos buenos desperdiciados por el sistema. No se necesitan tantos maestros, se necesitan retos interesantes.
Cuando alguien tiene curiosidad y ganas de crear, los retos grandes son la gasolina del motor que nos lleva a aprender todo lo que hace falta para enfrentarlo y superarlo.
Por supuesto que yo tuve mucho que ver en la falta de aprovechamiento que haya resultado de mi tiempo en la escuela, al final creo que cada persona es la principal responsable de su educación, pero cuando se aprende dentro de un sistema diseñado para borrar o adormecer la creatividad, es fácil perder la perspectiva.
Códice Moncam