Una de las cosas chistosas que uno dice al ver un restaurante de comida rápida después de estar viajando en coche en una carretera en donde sólo se ven vacas, casas viejas “in the middle of nowhere”, sembradíos de maíz, camionetas desvencijadas y nada más, ni siquiera una gasolinera decente, es “llegamos a la civilización”.

Esta idea chistosa de lo que es la civilización nos da una idea seria de lo que pensamos de lo que no se moderniza o de lo que es la vida fuera de las grandes ciudades.

El ser humano ha dedicado una gran cantidad de tiempo y recursos, sacrificado vidas humanas y de animales, entrado y salido de guerras, comprometido la naturaleza y el bienestar del planeta, con el fin de construir áreas civilizadas en diversas partes de nuestro planeta.

Existen pequeñas y grandes civilizaciones, que no equivalen directamente a las regiones físicas que llamamos ciudades. Una civilización, a mi entender y aquí estoy demostrando con seguridad mi ignorancia, es más que sus ciudades, incluye la cultura, la política, la filosofía, las costumbres de un pueblo, la arquitectura, la tecnología, entre otras cosas que la definen.

Llegar a la civilización de una localidad es entrar a un sistema particular resultado de la evolución cultural, constructiva o destructiva, natural y artificial, que funciona con un cierto orden.

La civilización es la invención del ser humano que lucha contra el caos, que busca darle orden y armonía a las relaciones humanas, que en muchos sentidos ha buscado conquistar la naturaleza y que últimamente se ha dado cuenta que no se trata de eso, más que conquistarla, se trata de construir las civilizaciones humanas integradas a la naturaleza, respetando sus ciclos, sus criaturas, su belleza, su valor, su originalidad.

Nuestro futuro, el futuro de nuestras civilizaciones depende de que tan bien aprendemos a diseñar y construir sistemas que respeten y dejen ser a la naturaleza pues levante la mano quién quiera vivir en un desierto que tenga todas las comodidades artificiales inventadas por el ser humano. Supongo que sólo los aventureros que quieran crear una colonia en el planeta Marte.