Círculos
Imagina que tienes un compás mágico con el que puedes dibujar círculos de cualquier tamaño. Entonces sitúas la punta del compás en la de tu nariz y trazas un círculo imaginario que encierra tu cabeza. Después trazas otro igual al que trazó Leonardo Da Vinci con su “Hombre de Vitruvio”, en este caso el centro del compás se encuentra en tu ombligo. Ese círculo te abarca por completo. Dentro de él estas tú. En el primero sólo está tu cabeza que encierra a su vez tu cerebro el cual produce tu mente.
Luego continuas haciendo círculos a partir de tu ombligo pero en este caso abarcando tu casa, luego la calle donde vives, la ciudad, el estado, el país, el continente, el planeta, el sistema solar, la galaxia, el universo. Con la salvedad de que este último círculo se estaría expandiendo y eventualmente, creo, se encerraría a sí mismo.
Claro, como es un compás mágico podrías también hacer círculos en sentido contrario, podrías hacer círculos cada vez más pequeños hasta que el último desapareciera.
De todos estos círculos sólo los más cercanos a ti y que tienen el tamaño para que lo que suceda en ellos puedan ser registrados por tus sentidos forman el contexto de lo que entiendes de tu vida y del mundo. Todos los demás existen sin que tú tengas idea como influencian tu vida al menos que te pongas a pensar en ellos o captes su existencia vía la tecnología o lo que te comenta alguien en persona.
La mayoría de los círculos que hemos dibujado, especialmente los cercanos a ti, tendrían una dimensión relativamente fija, pero no por ello serían estáticos pues la vida es dinámica. El tiempo cambia todo. Bastaría para comprobarlo que te salieras de tu línea de tiempo y vieras como va cambiando lo que sucede en cada uno de tus círculos con el paso de cada segundo. Esto lo puedes hacer con tu imaginación. Puedes moverte en el espacio y el tiempo de un círculo al otro. Puedes tomarle una fotografía mental a un contexto determinado y anotar lo que estaba sucediendo, porque estaba sucediendo y que consecuencias le siguieron.
Dentro del primer círculo que dibujaste existe un gran poder, el de tu cerebro, que genera tu mente. Es el primer círculo que sí lo cultivas y mejoras continuamente, podrás influenciar positivamente los otros círculos sobre los que tienes cierto control.
Códice Moncam