Algunos de los mejores ingenieros del planeta están construyendo robots inteligentes cuya principal función va a ser interactuar con nosotros, los humanos.

Si yo fuera uno de esos ingenieros y me encargarán diseñar la cara del robot haría lo siguiente:

No trataría de crear una réplica de la cara de un humano ni intentaría que se pareciera a la de uno. Más bien la cara de mi robot sería como las que aparecen en los cómics. Esto porque no me interesa copiar a detalle lo que hace un humano con su cara, como expresar el rango de emociones que van desde la alegría a la tristeza, más bien lo que buscaría sería ampliar mis capacidades como humano por ello me concentraría más en las funciones de los ojos, oídos, orejas y boca que en como se ven.

Los ojos funcionarían como cámaras de alta resolución que le servirían al robot para ver, tomar vídeos, fotografías a nivel macro y micro, en el día y noche y además servirían para proyectar imágenes y textos.

La nariz sería sólo dos pequeños puntos en el centro de su cara que servirían para tomar muestras del aire para analizarlo y generar señales de alarma en caso que algún componente del aire pudiera ser peligroso para mi salud o tan sólo fuera no confortable. En este caso podría emitir algún aroma para compensar el mal olor.

Los oídos serían usados para captar el sonido de mi ambiente, clasificarlo y analizarlo. En especial me interesaría que captara el lenguaje humano para interpretarlo, obtener significado y hacer algo con ello, en específico algo dentro de mi contexto y que me sirviera para avanzar cualquier cosa que esté haciendo.

La boca sería la generadora de sonido de diversos tipos, como música, voz humana, señales de alarma y cualquier efecto que pudiera mejorar el medio ambiente en el que estoy.

La cara del robot mostraría algunas emociones pero como es muy simple estas serían similares a lo que representa cada emoticón en las aplicaciones actuales de mensajes de texto.

Un pequeño robot con una cara como describo arriba muy probablemente sea lo que llegue a substituir al tipo de computadoras que usamos hoy en día, incluyendo los iPads, los teléfonos celulares inteligentes y por supuesto las computadoras de escritorio.